34 (Tema 23)

Tema 23 - Azul

Cuando escribí la lista para Guarden las Palabras, llegó un momento en el que me quedé sin ideas. Miré alrededor y lo primero que vi fue un cepillo de dientes. Pero como la higiene dental no era algo que me interese a la hora de escribir, decidí tomar el color. Azul.
(dato curioso: ya me rendí con usar los temas en orden.)

Siempre me ha gustado el color azul. La palabra misma me encanta (la letra a y la letra z son mis favoritas. Ni idea del porqué.) y el color está entre mis favoritos.
...sin embargo me vi incapacitada de escribir alguna historia con "azul" como tema utilizando los personajes característicos de este blog, así que decidí sacar otros dos personajes que no han visto la luz del día hasta hoy. Lectores y lectoras (¿?), les presento a Katherine Tanzer, una adolescente y aspirante a escritora, y a Cynthia, mejor conocida como Cyn, un personaje que ella inventó hace mucho y que un día le envía una extraña carta.
Sí, sacar personajes ficticios al mundo real de una historia de ficción parece ser mi nueva afición.
(Como no quiero describir porque tengo 10 minutos antes de que se acabe la clase de computación, Kat tiene pelo castaño corto y lacio, ojos grises casi negros y siempre tiene cara de "¿Qué hago aquí?". Cyn tiene cabello rubio hasta la cintura, atado en una cola de caballo, ojos grandes y turquesas y una estrella tatuada en la mejilla izquierda. Kat era muy original de pequeña. Y sí, mis personajes siempre vienen en modo rubio + castaño. )

"Esto es raro" susurró Katherine cuando su musa y antiguo personaje la arrastró hasta la pileta al centro del parque y le señaló un pequeño pez que nadaba tranquilamente Sus escamas azules reflejaban el sol de verano.
"Sácalo." replicó la rubia, y la adolescente no dudó. Bueno, había un personaje de un cuento frente a ella, conocía toda la historia que nadie más que la autora había escrito, y en conclusión era indudablemente real. Las cosas no podían ponerse más raras.
De repente, al retirar al pequeño animal del agua, todo cambió. Una casa se elevaba ante las dos jóvenes, y no había rastro del parque ni de la criatura por ningún lugar.
"Dios mío." Kat casi se desmayó. Esa pequeña vivienda, rodeada de flores y y mariposas, era nada más y nada menos que el lugar más importante de otra de sus historias.
"La casa espejo." el personaje sonreía divertido. "Claramente la recuerdas."
Mientras más avanzaban hacia el edificio, las cosas se empezaban a tornar azules. Empezó por los lugares que pisaban, se extendió por el camino que seguían y terminó por teñir todo: las plantas, los insectos y las nubes, todo menos la casa carmesí que tenían al frente.


... no sé. No preguntar.


(por cierto: el 34 en el título es el número de estrellas de papel azules que tengo en mi cajita.)